11 de noviembre de 2010

Dame una noche...

Me he caído y me he levantado

una y otra vez frente a ti,

es tu voz la que me hace enloquecer

los susurros de tus palabras

y la eterna tortura de tu mirada

que me hace perder.


Quisiera aliviar ese dolor

hacer desaparecer la tristeza

que te embarga consumiéndote

y decirte lo que me haces sentir.


Quisiera perderme una noche más contigo

y naufragar entre tus ojos de obsidiana

mientras surcamos

mares de ilusiones perdidas

sintiéndonos la piel

almenos una sola vez

y poder así desaparecer en ti.


Desatender la razón

y dejar hablar al corazón,

al deseo que me consume

anhelando el día que me brindes

la oportunidad

de entrar en la oscuridad

de tus besos.


Nikta


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