12 de octubre de 2010

Duermevela


Un sueño se pierde en la distancia

nada queda entre la linea que nos separa

entre tu y yo una línea roja como la sangre

y aquí me quedare con la certeza

de lo que siento y callare

saboreando el dolor que me causa

tu piadosa mentira mientras ardo

por ti mi custodio etéreo.


Aquí seguiré anclada a mi atalaya

deseando entregarte todo lo bueno

arrancarte una sonrisa

y que tu vida se llene de luz

sin saber como decirte lo que deseo

y anhelo para ti.


Y adoro el modo en que me hieres

sin saberlo haciéndome sangrar

activando mi ser

en una dulce tortura que es mi locura

que es mi delirio

y es mi condena el quererte

en el silencio de la noche

mientras duermes mecido

por las olas flotando

entre las manos de las sirenas

que con tanto celo te cuidan.


Nikta

1 comentario:

  1. Precioso este poema pero profundamente triste. Me encanta leerte pues reflejas muy detalladamente los sentimientos. Mis felicitaciones. Saludos. Victoria.

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