3 de febrero de 2011

Adicción


La situación se estaba volviendo sucia

adictiva y enfermiza

todo ardía alrededor y no había mas

que la asfixiante penumbra

de tu alcoba y tu cuerpo pegado al mío

“aquello no podía ser bueno”

me repetí una vez más

pero era como una adicta

que siempre caía rendida a tus pies

por mucho que nos dañáramos

esa pasión nos abrasaba

como las mismísimas llamas del infierno

consumiendo su elixir sin importar nada.

Regresabamos una y otra vez

estrellandonos como dos náufragos

en pos del agua que beber,

que uno era sed

y el otro el cáliz que saciaba.

Uno era marea

el otro tormenta

fuego y volcán

girando en una vorágine

que nos traga en una tortuosa espiral

donde nunca acaba el juego

de sentir tu cuerpo en el mío

saciandose y tomando todo lo que deseas

arrollando, abusando y avasallando

mi entrañas que rugen

con el va y ven de la cadencia

de tus potentes caderas.

Eres el viento que embiste

contra mi puerto

eres mi ruina mi perdición

mi amor y mi verdugo

eres principio y eres final

somos dos en un corazón.


Nikta


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