Shoot

Un lamento que resuena como un disparo.

Proyectado desde el humeante cañon 

del arma con la que me alcanzas.

Directo, certero...  blanco del palpitante corazón, 

se contrae bombeando al ritmo que impone tu voraz deseo.

Son tus manos la que ejecutan el mortal ataque 

donde caigo en circulos vertiginosos 

inmersos en rojas llamas como sangre.

Cerca, más cerca, tu aliento en el mio,

tu cuerpo conquistando carne y alma

hasta el último suspiro que me arrancas.

Nikta

Reflexiones Bis

Nubes de polvo, 

polvora quemada tras telones raidos, 

desgastados bajo el peso de las mentiras, 

el robo y la avaricia.

Para ser intocable en este país hay que ser banquero 

o ladrón de grandes fortunas.

Políticos corruptos, leyes moribundas,

asfixiadas por cuerdas de las que tiran los mismos de siempre.

Dinero con cola de demonio, podrido y tentador.

Queman, desgastan y oprimen la verde hierba 

hasta reducirla a la desiertos improductivos 

sin ninguna ilusión. 

Dolor, sufrimiento y frustración desoída tras corazones de piedra.

Gritos de agonia sin acciones. 

Alientos restringidos entre muestras de pan rancio 

huntado en falsos sueños.

Hasta que todo arda en una rabiosa bola de fuego

imparable que consuma hasta los cimientos.

Nikta

Letras perdidas

Cuando la angustia te corroe, 

se atrinchera entre tus pliegues,

Envenenando la sangre hasta dejarla sin oxigeno, 

es cuando sabes que debes gritar.

Salir corriendo dejando todo atrás.

Comenzar de nuevo con ese asunto enquistado, 

arrancarlo de raíz para que no supure.

Cógelo, destrúyelo, desgarralo y quemalo 

en las llamas de tu fuego con la esperanza 

de que entre las cenizas renacera tu sueño con nuevas alas.

Fortalecido el espíritu, coge  las riendas 

y empieza a trazar los primeros pasos,

de esa visión que te robo el sueño.

Dale renovada vida sin lanzar al olvido 

lo que tu mente te grito para luego sangrar y lamentar.

Letras pérdidas que viajan solas,

tomad el camino de regreso a casa

entre los vientos de las ilusiones

y el aliento de las musas.

Nikta