Y es en las noches cuando
te extraño aún más.
Es en las horas de sueño
en las que a mi corazón
le falta un latido.
Es en un instante en que
ese suspiro se pierde entre la oscuridad
en la que el vacío de mi ser
acusa tu ausencia.
Ya no hay versos,
ya no hay rimas
ni palabras mientras la luna clarea.
Ya no hay sueños
no fantasias que alienten
mis dedos ahora lacios.
Te recuerdo en cada álito
de este pobre cuerpo languido,
tu esencia sigue presente en mi
trepando por mis venas,
alimentando el aire que respiro,
avivando el dolor de esa misma quimera que fuíste.
Deseando tenerte y deseando olvidarte,
queriendo tenerte y temiendo tenerte.
Y es cuando las sombras me cubren
que sangra mi corazón,
alma que robaste taímado mago
de labradas palabras.
Contigo se fue el alba,
contigo el mundo que me abrías.
Brotan lagrimas y fingire
que nunca te recorde.
Nikta
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