Ver como caía la nieve era como un somnifero mientras seguía insensible al frío y a todo lo que sucedía a mi alrededor. Todo había desaparecido, ya nada tenía ningún sentido...
Mi existencía como la había conocido se había extingido al igual que una llama se consume.
Estaba sola, perdida y no sabía ni siquiera que había sucedido o que era yo. ¿Porque seguía allí?
¿Que pasaría si me dejaba cubrir por la nieve que caía? Nunca nadie lo sabría, no importaría simplemente desaparecería entre aquel espeso manto de blancura.
Blanco como mi piel... frío como mi tacto...
Sí, sólo tenía que dejarme cubrir y dejar que el tiempo pasase lento e inexorable, ninguna huella mancillaría esa alfombra inmaculada, ningún pie haría crujir la nieve apretada. ¿Por que entonces esa sensación de vacio? ¿Por que sentirme tan sola y rota?
- No deberías estar aquí pequeña - surgió una voz de la nada.
Era suave, aterciopelada, la mismisa voz de un angel que encerraba el más terrible de los secretos, yo había oído una vez una voz así... volví despació mis ojos hacia el dueño de aquellas palabras, era alto, esvelto y su abrigo largo y entallado de color negro resaltaban en mitad de aquel paisaje, el cabello largo y oscuro ondeaba tras él bajo un sombrero de ala ancha. Levanto un poco el rostro y pude ver su fina piel de mármol y unos labios suaves, apetecibles... se agacho con elegancia y con un dedo echo un poco hacia atrás el sombrero para que pudiera ver sus ojos. Brillantes y azules... profundos, tristes. Yo mire la mano que me tendía y despació la acepte, ande a su lado en completo silencio. Al poco abrió la puerta de su enorme mansión y me invito a entrar.
- Yo cuidare de tí, ahora descansa amor.
Nikta
wowww....
ResponderEliminarprecioso!!!!
me encanta como escribes!!
Besitos wapii