Dejame estrellarme contra el puerto de tu boca
dejame morir entre tus manos
mientras tus manos se enreden entre mi pelo
y tus dedos acaricien mi piel
con el sentimiento cierto de que alguna vez
fue real y no un espejismo pasajero
que me deje el alma rota
y el pecho vacío.
Dejame ser el ave que se estrelle contra tus muros
tu eres la torre contra la que choco
sin tregua e irremediablemente,
mi principio y mi final
que no deseo esquivar sin probar sus mieles,
yendo a la deriva entre tus tesoros
oculto y oscuros.
Eres el clavo que gobierna mi mundo
anclándome a tu cuerpo firme,
el puñal que se hunde en mi cuerpo
rompiéndome en miles de pedazos,
no quiero huir
mil batallas presentaré sin rendición
con el alma desnuda
y la capaz de sangrar por tí.
Él único y capaz de quebrar mi mundo
porque tú le das sentido
a cada latido y a cada lagrima
porque es tu mano la que más daños
causa con palabras no dichas
miradas velas y silencios eternos.
Tú, él único...
Nikta
No hay comentarios:
Publicar un comentario