Estando ambos bajo la misma luna
que nos contempla silenciosa,
un oscuro abismo nos separa,
tú en tu lado del precipicio yo en el otro…
Es entonces cuando el corazón habla
y nos dice que hay excusas,
que ya no podemos callar
lo que clama en cada en cada latido
estremeciéndonos la piel
al pensar en ese furtivo encuentro
Y es cuando cae la noche
que nos encontramos en el mundo de los sueños…
ahí no excusas, no hay barreras ni limites
que aten nuestros deseos,
es allí donde bebes la esencia de mi cuerpo
con el ansia que causa la separación
consumiéndonos en esta pasión devastadora.
Dime amor:
¿Cómo recordar las caricias que no fueron
Y los besos que se anhelan?
¿Quizás con la certeza de saberse sintiendo
sin impedimentos ni obstáculos?
Sin distancias, ni abismos…
Hoy te veo a través de esa misma luna
saboreando la diferencia de haber
saltado esa brecha que nos separa
para ir a tu encuentro.
Ya no hay escapatoria
y ebrios de ambrosía
nos fundimos entre nuestros brazos
pero llegara el alba
y otro vez deberemos separarnos
para reencontrarnos cada noche
en los sueños de ambos.
Siento la libertad en mis alas
y el aplomo en tus pies,
olvida ahora amor el día
siente mi piel en tu piel,
mis labios en los tuyos
dejemos atrás la razón
permaneciendo sin querer despertar
para no tener que separarme de ti
déjame vivir en tus sueños,
permanecer en tu alma
y ser parte de ti
como lo eres ya de mí.
Pero el día nos alcanza
los rayos surcan ya tu piel
y antes de partir
doy gracias por tenerte
en este efímero momento.
Somos fuego contra fuego
dos huracanes imbatibles
¿Qué buscas en mí?
¿Qué quieres tú de mí?
¿Qué ven tus ojos en lejanía que mi alma oculta?
No es lo que busque en ti
es lo que me das con cada palabra
No es lo que quiero
es lo que nade de tu esencia,
No es lo que veo
sino lo que siento por aquello que resplandece
aún en la más oscura de las lejanías.
Trato de alcanzarte
pero siempre estas a miles de kilómetros
de entre mis brazos
y mi corazón te añora llorando lagrimas
de roja pasión dibujando sobre tu piel
el nombre que mis labios susurran
cuando el alba me arranca lejos de ti.
Mientras yo me quedare esperando tu vuelta,
a que caiga la noche
y pueda volver a sentir
el calor de esos labios.
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