Ya no espero nada de ti,
ya nada de lo que digas me afecta,
ya no puedes hacerme daño.
Aprendí a protegerme de ti,
de tus abandones,
de tu falta de emociones y humanidad.
Ya no queda más que el recuerdo
de lo que pudo ser y no fue,
de lo jamás sucederá.
El tiempo nos enseñó
cual era el camino,
ya sólo una mano me sostiene
y no es la tuya.
Se feliz, es mi deseo
recuerdame si puedes
y siente la punzada de ese algo
que no quisiste ver.
Nikta
No hay comentarios:
Publicar un comentario