Estimado señor,
cuando reciba esta carta yo ya estaré lejos
no me busque, pues allí donde voy
usted no puede seguirme.
Lea con atención estas últimas palabras
de un ser que un día le amo
y tenga en consideración el aviso
que en estas letras tengo a bien en comunicarle
no pregunte por mí, ni recuerde mi nombre
sólo soy un alma maldita
que perdió su camino
y de la mano de la noche vagara eternamente
sin hallar reposo alguno a este tormento
que me atañe envenenando mi sangre.
No salga las noches de luna
allí donde se juntan los caminos
ni pronuncie lo impronunciable,
pues con el viento floto ávida de una sed
que no tiene fin en busca de la vida
de aquellos cuya ponzoña sonrojan
mis pálidas mejillas surcando océanos de tiempo.
La inmutable mi fiel compañera,
la juventud mi seña
mi beso el último aliento,
Adiós mi buen caballero,
humildemente se despide de vos
la que fue la dama de los perdidos.
Nikta
23/08/2010
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