Sed insaciable de tu sangre
sed de tu esencia pura y frágil
sed de la miel de tus labios
de beber sin fin de tu ser
dulce y efímero.
Sed de sentir la cadencia de tu corazón
resistiéndose a sucumbir
sed de perderme en tus ojos
hasta ser un naufrago que se estrella
contra tu costa fondeando en tus lagos
sed de alcanzar tu amor imposible.
Aterrada observas las sombras
oscuras que moran tu habitación
alargándose fantasmagóricas,
juegos de penumbras que te envuelven.
Tú eres luz entre tinieblas
Y atraídos como condenadas almas
que somos
moramos en tu alcoba
rebosante de su esencia embriagadora,
sed de tu droga más preciada
sed de tu miel
sed de tu ser
sed de tu carne
sed de tu sangre
nada puedes hacer a menos
que mi alma con resquicios de lo que fue
se apiade de ti
desterrando mi beso mortal
frío contra tu calidez
dureza contra tu suavidad,
sed, sed, sed…
Nikta
17/08/2010
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