Inocente su estampa
cual nívea dama
de bello rostro.
Delicados sus gestos
fino su talle.
Dolor muestran sus ojos
y la pena se anida en su corazón,
como el monstruo oculto
y avido de sangre
que se atrinchera tras su dulce mirada.
Condenada su alma
vaga entre la oscuridad
como una hija más,
desamparada,
olvida...
animal salvaje y peligroso
el que reside tras su pálida piel.
Su voz melódica y suave te cautivara,
pero hay de aquel que acuda a su llamada
cuando llore bajo hilos de plata.
La triste ninfa marmorea
de eterna juventud
seguirá al acecho en busca de tu corazón
una noche tras otra
hasta darte su beso mortal.
Nikta
No hay comentarios:
Publicar un comentario