Hay miradas que atraviesan,miradas que matan
y miradas que te roban el aire
llevandose consigo el corazón palpitante.
Hay miradas dulces y tiernas,
hay miradas que son como el aleteo de una mariposa
y otras que te congelan el alma.
Pero es tu mirada profunda y negra la que me tortura y enloquece,
cada vez que miro tus ojos y vienes a por mi.
Entonces todo se reduce a ese instante en que tus ojos
Se encuentran con los mios…
Y es que la inmortalidad que nunca alcanzare
Son tus ojos eternos y oscuros.
Mirada en la que me ahogo
sin saber qué piensas
O sientes.
Intemporales son los ojos
Que me abruman cada anochecer
Atrayéndome como un imán.
Fantasías imposibles son las que encierras
En tu mirar impertérrito a lo largo de los años
Como un buen vino tinto,
Añejo y carmesí
Como la copa de tu boca
De donde me haces beber
El cálido elixir que es el fluido de toda vida
Estremeciéndome con el contacto de tus dedos
Traviesos.
Lejos oigo el eco de tu voz,
Seduciéndome hasta la muerte
Con el poder que encierra maliciosa
Mientras va atrapándome.
Y es que ya estoy cayendo de nuevo a tus pies
Irremediablemente ante esa mirada
Que es mi billete hacía lo etéreo.
Promesa de eternidad que escapa entre mis dedos.
Y de nuevo frente a ti
El misterio de tu mirada me hace dudar
Sintiéndome pequeña y vulnerable,
Me miras y sonríes lánguidamente
con la seguridad que te da la sabiduría
de tus años.
Tiendes la mano y tus labios se entre abren
Me estas llamando…
Tú un ser imposible e inmortal
Yo… una simple y efímera mortal.
Nikta
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