Locuras

Cerrada, encerrada por algo que ella no habñia cometido.
Castigada por los antiguos celestiales para redimir toda culpa sin conocer vestigio alguno de su sino, tan sólo el mal que representaba de principes ambiciosos y arrogantes, la semilla pura luz de lo que aún conservaban de su amada creación que pronto murió arrebatado por el odio y la venganza.
Ahora la sangre de generaciones corría más poderosa y ardiente que nunca por sus venas, más ignoraban unas alas mucho peores sobre la misma inocente malvada de corazón salvaje, jamás descubierta ni conocida su verdad.

La noche cayó dejando ver su bastomanto de poder oscuro, tras las raídas sabanas del cielo nocturno cada vez mayores, se dejo entrever la hermosa hechicera de la spostestades, inconstante faz, traidora luna de dos caras tan irresistible y lejana.
La tierra se retorcía de dolor cada vez mas sumida al influjo del rojo carmesi de la mano más infame, el mayor titiritero, avivando lo oculto en las entrañas de la naturaleza mortal, abandonada ya a su suerte.


El rayo cruzo el cielo resquebrajado en mil pedazos a la espera del trueno que trajo la violenta tempestad con un susurro escondido entre sus vientos, arrastrando consigo un canto de tristeza por entre las ramas de los retorcidos árboles...

Y al final sólo está ese fantasma que aparece cada noche en la ventana acariciandote... enloqueciendo tu torturada mente, se detiene el tiempo de madrugada, ya no hay salida donde huir, en un vertiginoso baile con el destino. Incognita suspendida en el aire, llora la noche dulcemente enardeciendo los sentidos....

Nikta